Emprende con confianza desde el primer paso. Nuestro servicio de asesoría para la creación de empresas te acompaña en todo el proceso, brindándote el respaldo necesario para iniciar tu nego-cio de forma sólida y conforme a la normativa vigente.
Nos encargamos de orientarte en la elección del tipo de sociedad más conveniente, gestionar la obtención del RUT, realizar la iniciación de actividades ante el SII, implementar el sistema de facturación electrónica y tramitar la patente comercial correspondiente.
Con un enfoque personalizado, nuestro equipo se dedica a simplificar cada etapa del proceso, pa-ra que puedas concentrarte en desarrollar tu proyecto, impulsar tu crecimiento y alcanzar tus ob-jetivos empresariales.
En Denosur, te brindamos el acompañamiento necesario para que tu negocio comience con el pie derecho. Nuestro objetivo es ayudarte a iniciar tu empresa sin complicaciones, permitiéndote ded-icar tu energía a lo más importante: hacerla crecer.
Ofrecemos un servicio de asesoría integral que cubre todos los aspectos legales y administrativos necesarios para establecer tu empresa en Chile, asegurando que cada gestión se realice de manera correcta y eficiente, conforme a la normativa vigente.
Nuestro equipo de expertos te guiará paso a paso en:
Dar el paso hacia la formalización no solo brinda seguridad legal, sino que también abre nuevas oportunidades de crecimiento para tu negocio. Aquí te compartimos algunas de las ventajas clave:
Sabemos que constituir una empresa en Chile implica diversos trámites y decisiones importantes. Con nuestro servicio de asesoría especializada, te acompañamos en cada etapa, asegurando una constitución ágil, segura y adaptada a tus necesidades. Estos son los beneficios de trabajar con nosotros:
Te orientamos en la elección y constitución del tipo societario que más se ajuste a tu proyecto: EIRL, SpA, SRL, sociedad limitada, entre otras opciones.
Te guiamos a lo largo de todo el proceso, explicando claramente cada uno de los requisitos y ges-tiones necesarias, desde el registro legal hasta la obtención de licencias y permisos.
Analizamos junto a ti las distintas alternativas legales y te ayudamos a escoger la estructura socie-taria más conveniente según tus metas de negocio y proyección de crecimiento.
Nos encargamos de la totalidad de los trámites legales y tributarios, incluyendo la inscripción en los registros correspondientes, el cumplimiento de exigencias fiscales y la regularización ante or-ganismos públicos.
Con nuestra consultoría, cuentas con un aliado que te respalda en todo el proceso de creación de empresa. Así, puedes dedicarte a desarrollar tu modelo de negocio con la confianza de estar cumpliendo con todos los requisitos legales.
Con nuestro servicio de constitución de empresas, podrás dar el primer paso hacia el éxito empre-sarial con total confianza. Te acompañamos en todo el proceso de formalización, asegurando que tu negocio cumpla con todos los requerimientos legales y tributarios desde el inicio.
Crear una empresa implica mucho más que tener una idea. Es el proceso de establecer legalmente una nueva unidad de negocio, eligiendo la forma jurídica más conveniente, inscribiéndola ante las entidades correspondientes y elaborando la documentación necesaria para operar de manera for-mal.
También incluye la tramitación de permisos, licencias y autorizaciones requeridas según la ac-tividad comercial, con el objetivo de garantizar el cumplimiento normativo y construir una base sólida para el desarrollo y sostenibilidad de la empresa en el mercado.
Seleccionar la forma jurídica adecuada es un paso fundamental al iniciar un negocio, ya que de-termina aspectos clave como la responsabilidad de los socios, el tratamiento fiscal y las ob-ligaciones legales. Existen diversas formas de organización empresarial, entre ellas: entidades con responsabilidad limitada, sociedades por acciones, cooperativas de gestión compartida y modelos que implican una mayor responsabilidad patrimonial. Cada estructura ofrece beneficios particula-res que se adaptan a distintos objetivos y contextos empresariales.
La Sociedad de Responsabilidad Limitada representa una opción muy adecuada para em-prendedores y pequeñas o medianas empresas. Este modelo permite limitar la responsabilidad de los socios al capital aportado, a la vez que brinda una administración más sencilla y adaptable. Su proceso de constitución incluye la elaboración de estatutos sociales, la inscripción en el regis-tro mercantil correspondiente y el cumplimiento de las obligaciones fiscales vigentes. Con un cap-ital social mínimo accesible y requisitos formales menos exigentes que los de otras figuras, como la Sociedad Anónima, es una vía eficaz y jurídicamente segura para iniciar una actividad empre-sarial.
Diseñada principalmente para empresas de mayor envergadura, la Sociedad Anónima se caracter-iza por dividir su capital en acciones, lo que facilita la incorporación de inversores externos. En ciertos países, también ofrece la posibilidad de cotizar en mercados bursátiles, siempre que se cumplan los requisitos legales establecidos. Para su creación, se exige un capital inicial más elevado que en el caso de la SL, además de una mayor rigurosidad en el cumplimiento de normas contables y administrativas. Esta estructura proporciona una base sólida para negocios con proyección de crecimiento y necesidad de finan-ciación externa.
La Sociedad por Acciones Simplificada es una figura jurídica contemporánea, pensada para facil-itar el proceso de creación de empresas mediante procedimientos más ágiles y requisitos menos exigentes. Esta modalidad puede ser adoptada por una sola persona o por varios socios, y en mu-chos países no requiere un capital mínimo inicial. Entre sus principales ventajas destaca la facilidad para transferir acciones, lo que la convierte en una opción especialmente atractiva para startups y proyectos con proyección de crecimiento. Su estructura adaptable favorece una gestión eficiente y una incorporación flexible de nuevos inver-sores.
La Sociedad Cooperativa se basa en un modelo de propiedad colectiva, en el que los socios —que pueden ser trabajadores, usuarios o productores— son a la vez los propietarios y los gestores. La toma de decisiones se rige por principios democráticos: cada socio dispone de un voto, inde-pendientemente de su aporte económico. Los excedentes generados por la actividad se distribuyen equitativamente entre los miembros, en función de su participación en la cooperativa. Este tipo de sociedad promueve la colaboración, la equidad y la sostenibilidad en el desarrollo económico de sus integrantes.
La Sociedad Comanditaria se distingue por la coexistencia de dos clases de socios con roles y responsabilidades diferentes. Por un lado, los socios gestores se encargan de la administración y responden de manera ilimitada con su patrimonio personal. Por otro, los socios comanditarios solo aportan capital y su responsabilidad se limita a la inversión realizada. Este tipo de sociedad puede estructurarse de dos formas: como Sociedad Comanditaria Simple, sin acciones y con un funcionamiento más tradicional, o como Sociedad Comanditaria por Ac-ciones, en la que el capital se encuentra dividido en títulos, facilitando la incorporación de inver-sores. Esta última opción permite combinar control operativo con financiamiento externo.
La Sociedad Colectiva representa una forma societaria basada plenamente en la confianza mutua entre los socios, ya que todos ellos asumen una responsabilidad personal e ilimitada frente a las deudas sociales. Por este motivo, no es una opción común, y suele reservarse para contextos donde existe una relación de cercanía y compromiso entre los participantes, como empresas famil-iares o asociaciones de profesionales. A diferencia de otras figuras jurídicas, en este modelo no se emiten acciones ni se establece una separación clara entre propiedad y gestión, lo que refuerza el carácter personal y directo de la ac-tividad empresarial conjunta.
En Denosur, te ayudamos a dar forma a tus ideas, establecer una estrategia clara y hacer crecer tu negocio. Te ofrecemos asesorías personalizadas que se adaptan a tus metas y al momento en el que se encuentra tu proyecto.
Queremos que tomes decisiones informadas. A continuación, resolvemos algunas de las dudas más comunes sobre cómo formalizar tu empresa en Chile.
Cualquier persona, natural o jurídica, puede formar una empresa si cumple con ciertos requisitos.
Sí, es posible. Un extranjero con visa temporal puede formar parte de una empresa en Chile. En estos casos, es necesario que obtenga un RUT de inversionista extranjero, trámite que se realiza ante el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Los requisitos generales incluyen:
El tiempo puede variar según el tipo de sociedad y la documentación requerida. No obstante, contar con acompañamiento especializado —como el que ofrece Denosur— permite optimizar cada etapa del proceso, evitando errores y reduciendo tiempos innecesarios.
La decisión depende de factores como la naturaleza del negocio, la cantidad de socios y el nivel de responsabilidad deseado. Las estructuras más comunes en Chile son:
En Denosur, te orientamos paso a paso para que elijas la estructura legal que mejor se ajuste a tus necesidades empresariales.
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